La ola que se avecina

En estos momentos en que la pandemia del Covid-19 (coronavirus) ocupa los titulares y la mayor parte del tiempo de los noticieros. La angustia y ansiedad, sumados al pánico colectivo, los altos niveles de desinformación, la gran cantidad de fake news (noticias falsas), los miles de videos de “supuestos” expertos que se mezclan con los que sí son “expertos”, generan una confusión aun mayor. Algunos con el ánimo de informar y otros sin “darse cuenta” viralízan datos, cifras y remedios sin soporte o sustento. Es necesario“PARAR”, detenerse un momento y reflexionar.

Esta pandemia global, nos lleva al espacio de solo estar atentos a la inmediatez. Efectivamente las campañas de #quedateencasa, resultan en una disminución de los contagios. Quedarse en casa, para quienes les es posible, es de gran ayuda. Ocupamos gran parte de nuestro día en monitorear los medios de comunicación y redes sociales. Adicionando los cientos de mensajes que vía whatsapp y redes sociales nos llegan, este ejercicio nos lleva a una, por decir los menos, paranoia colectiva.

Es necesario, sin lugar a duda; poner foco en el detalle, tomar todas las medidas necesarias de higiene (lavarse las manos, estornudo de etiqueta, eliminar besos y abrazos, reuniones, contacto físico, etc.) Sumado a lo anterior, saber que hacer y como organizarnos para mentalizarnos a qué es muy posible que estemos encerrados en casa varias semanas. Y es precisamente en este lapso aun por definirse, que te quiero invitar a que realicemos dos ejercicios.

El primero, qué te tomes un tiempo para organizar tus actividades de trabajo, junto con tus responsabilidades del hogar (parejas, hijos y casa). Desarticula cualquier posible pretexto o excusa y autogestionate. Más que establecer prioridades aprende a calendarizar y gestionar tus compromisos. Aprovecha y utiliza todos los medios electrónicos y de comunicación de los que dispones para coordinarte con tus equipos, delegar y que cada quien asuma la responsabilidad de hacerse cargo de lo que le corresponde.

En segundo lugar y motivo principal de este articulo, es que estés consciente de lo que sigue después de esta oleada del covid19 y esto es una ola mucho más grande y poderosa, que no se resolverá en 8 ó 12 semanas. Estoy hablando de la recesión económica mundial y local. Para quienes vivimos en México sin ser pesimistas y adoptar una actitud derrotista, significa que las condiciones son poco halagüeñas. El dólar a 26 o 27 pesos, el barril de petróleo a menos de 18 usd, perder el grado de inversión, los bonos de Pemex convertidos en bonos basura. La FED bajando las tasas de interés, otorgando créditos (líneas swap) a Banxico, llevándonos al sobre endeudamiento. Los capitales golondrinos que emigrarán a regiones con mayor certidumbre. La importación de productos y materia prima del exterior a un tipo de cambio estratosférico. Las políticas comerciales proteccionistas que adoptarán muchos de nuestros socios comerciales en donde se privilegie lo local sobre las importaciones. La reactivación de la economía en la zona Euro. El gigante de Asia que vuelva a la normalidad. No solo cero crecimiento del producto interno bruto, sino operar en números negativos.

Muchos serán los factores y condiciones adversas que requeriremos sortear para salir adelante. En los próximos 3 o 4 meses, deberás adoptar una estrategia quizá muy diferente a como habías estado trabajando y operando.  Así que aprovecha este tiempo para identificar y construir múltiples posibles escenarios. Realiza ejercicios de planeación estratégica, quizá muchos sin que el único foco sea el componente financiero, más bien enfocados a salvaguardar la planta productiva y los puestos de trabajo. Junto con algunos de mis clientes realizamos estos ejercicios en donde requerimos modificar muchas de las perspectivas y realizar cambios paradigmáticos.

Entender y aceptar que serán otras las condiciones y qué no nos servirá seguir haciendo lo mismo. Este espacio de re ingeniería, de re invención también nos invita que descubramos que hacer pequeñas o grandes reformas solo serán parches y paliativos temporales. Es necesario que diseñemos y logremos transformaciones profundas. Desarticular creencias, dogmas y paradigmas históricamente arraigados y seamos capaces de operar en espacios de disrupción creativa (en donde no tenemos competidores, ni requerimos abrirnos paso a empujones y codazos). La disrupción destructiva, es justamente la que ocasionó una vez más que se construyera la tormenta perfecta. La proliferación de la pandemia y que Rusia vs. Arabia Saudita hayan tirado el mercado del petróleo, sin medir las consecuencias de sus decisiones. La concatenación de los mercados bursátiles que como fichas de domino van cayendo y arrastrando unas a otras.

Entendamos que la ignorancia es atrevida y que tenemos en más de un país a gobernantes megalómanos, soberbios, ciegos y certeros de tener la razón, aunque las evidencias les indiquen una y otra vez que sus decisiones conducen a sus países a la ruina. Es por ello, que te invito a que aproveches estos días para reflexionar, pensar, analizar, estudiar y diseñar estrategias que te permitan a ti, a tu familia, negocio o empresa a salir adelante, sin tener que estar angustiados ahora por un gigante como lo será la recesión del SIGLO XXI.

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